lunes, 21 de marzo de 2011

Trigésimoprimer día.

Me han dicho que diga qué escribo yo y qué no. Esto es mío.

"No sé en qué momento aprendí a vivir sin ti. Pero de repente un día me desperté y me di cuenta de que ya no te necesitaba, de que el alma ya no dolía al pensar en ti, de que mi corazón se había cerrado a tu imagen, a tu recuerdo, a tus besos. Besos que me quitaban la vida, aun sin saberlo. Besos que me hacían sentir mejor, sin estarlo. Eras como una droga, no era feliz a tu lado pero te necesitaba para sobrevivir. No podía imaginar mi vida sin ti. Y cuando te fuiste, cuando te fuiste me sentí más sola y vacía que nunca, te necesitaba, te necesitaba como un muerto de sed necesita una gota de agua. Y pasaron los días y el terror no cedía, y pasaron meses, un año, dos. Y entonces desapareciste sin más, desapareció mi adicción a ti. Encontré algo mejor. Algo bueno, algo libre. Algo que no necesitaba encerrarme para estar ahí. Encontré el amor."

2 comentarios:

  1. Me ancantan los comentarios de Bea!!! jajajjajaja
    Como siempre perfecta Marta!
    Bueno mañana sigo con mi superepasoo de todo lo retrasado!

    ResponderEliminar