jueves, 28 de octubre de 2010

Quinto día.

Vale, ahora sólo tengo un examen mañana, ya que el de filosofía lo han cambiado al viernes que viene... Lo que me viene fatal, porque yo confiaba en quitarme los dos de encima esta semana y pasar un finde de relax... Qué dura es la vida.
Ahora estoy estresada con el estúpido examen de Geografía... En serio,¿por qué tengo que aprenderme las amplitudes térmicas de todos los climas de España?¿Nos va a servir de algo en un futuro?¿Para ser meteoróloga, tal vez...?
Hoy han abierto el H&M del centro comercial que hay al lado de mi casa, y como por la mañana parece ser que regalaban pañuelos, he ido por la tarde con mi madre y mis hermanas a ver qué tal... Pero no nos han regalado ningún pañuelo. El caso es que me he comprado un gorro de lana súper mono y una bufanda a juego... O eso creía yo antes de llegar a mi casa. Al parecer, hemos perdido el gorro por la tienda y no lo he comprado. Así que mañana tendré que volver para comprarlo.
Qué aventura. Pensaréis que qué diablos hago yo de compras si tengo mañana un examen. Sí, eso mismo pienso yo, pero como llevo toda la semana estudiando, pues me lo sé. O eso espero.

Os dejo con "El retrato de Dorian Gray", de Oscar Wilde.
En una sola palabra: Increíble.

"Cuando entró él, ella le miró con una expresión de infinita alegría en la cara.
-¡Qué mal he interpretado esta noche, Dorian!-exclamó.
-¡Espantosamente mal!-respondió él mirándola asombrado-.¡Espantosamente mal! Era horroroso.¿Estabas enferma? No puedes hacerte idea de lo que ha sido. No puedes hacerte una idea de lo que he sufrido.
La muchacha sonrió.
-Dorian-respondió recreándose en su nombre con una música melodiosa en su voz, como si fuese más dulce que la miel para los rojos pétalos de su boca-, Dorian, tú tenías que haberlo entendido. Pero ahora lo entiendes,¿verdad?
-¿Entender qué?-preguntó él, furioso.
-Por qué lo he hecho tan mal esta noche. Por qué lo haré mal siempre. Por qué no volveré a actuar bien nunca.
Él se encogió de hombros.
-Supongo que estás enferma. Cuando estés enferma, no deberías actuar. Te pones en ridículo. Mis amigos se han aburrido. Yo me he aburrido.
Parecía que no le escuchaba. Estaba transfigurada por la alegría. La invadía un éxtasis de felicidad.
-Dorian, Dorian-exclamó-, antes de conocerte, actuar era la única realidad de mi vida. Sólo vivía en el teatro. Creía que todo lo que pasaba en él era cierto. Era Rosalinda una noche, y Porcia otra. La alegría de Beatriz era mi alegría, y las penas de Cordelia eran también las mías. La gente corriente que trabajaba conmigo me parecía como dioses. Los decorativos pintados eran mi mundo. Sólo conocía sombras, y pensaba que eran reales. Llegaste tú-¡oh, mi bello amor!-, y liberaste mi alma de la prisión. Tú me enseñaste lo que realmente es la realidad. Por primera vez en mi vida esta noche he visto la falsedad, el fingimiento, la estupidez del espectáculo vacío en el que siempre he actuado. Por primera vez esta noche he sido consciente de que Romeo era horroroso, y viejo, y que estaba maquillado, que la luz de la luna en el huerto era falsa y el decorado vulgar, y que las palabras que tenía que decir eran irreales, no eran mis propias palabras, no eran lo que yo deseaba decir. Tú me habías dado algo más elevado, algo de lo que todo arte no es más que un reflejo. Me habías hecho comprender lo que es realmente el amor. ¡Amor mío!¡Mi amor!¡Príncipe Azul!¡Príncipe de la vida!¡No soporto más las sombras! Para mí, tú eres mucho más de lo que pueda ser jamás todo el arte. ¿Qué tengo yo que ver con las marionetas de una obra? Cuando esta noche he salido a escena, no podía entender cómo se me había escapado todo. Creía que iba a estar maravillosa. Me di cuenta de que no podía hacer nada. De repente caí en la cuenta de lo que todo eso significaba. Saberlo me resultó delicioso. Les oía silbar, y yo sonreía. ¿Qué podrían saber de un amor como el nuestro? Sácame de aquí, Dorian, llévame contigo adonde podamos estar completamente solos. Odio el teatro. Soy capaz de fingir una pasión que no siento, pero no puedo fingir una pasión que me quema como fuego. Ay, Dorian, Dorian,¿comprendes ahora lo que esto significa? Incluso si pudiera, para mí sería una profanación interpretar un papel de enamorada. Tú me has hecho verlo.
Dorian se dejó caer en el sofá y, apartando los ojos de ella, murmuró:
-Has matado mi amor.
Ella lo miró asombrada, y se echó a reír. Él no respondió. Ella se acercó a él, y con sus pequeños dedos le acarició el pelo. Se arrodilló y apretó las manos de él contra sus labios. Él las apartó, estremecido por una sacudida. Luego se levantó de un salto y se dirigió hacia la puerta.
-Sí-exclamó-, has matado mi amor. Solías despertar mi imaginación. Ahora ni siquiera despiertas mi curiosidad. Simplemente no produces ningún efecto. Te amaba porque eras maravillosa, porque tenías genio e inteligencia, porque hacías realidad los sueños de los grandes poetas y dabas forma y sustancia a las sombras de arte. Y has tirado todo eso a la basura. Eres superficial y estúpida.¡Dios mío!¡Qué loco he estado para amarte!¡Qué imbécil he sido! Ahora ya no significas nada para mí. Nunca volveré a verte. Nunca pensaré en ti. Nunca mencionaré tu nombre. No puedes saber lo que has representado para mí. Una vez...¡Hasta pensarlo me resulta intolerable!¡Ojalá nunca hubiese puesto mis ojos en ti! Has echado a perder la poesía de mi vida.¡Qué poco puedes saber del amor si dices que estropea tu arte!¡Sin tu arte no eres nada! Yo te hubiese hecho famosa, espléndida, magnífica. El mundo te hubiese adorado, y habrías llevado mi apellido. Pero, ahora,¿qué eres? Una actriz de tercera categoría con una cara bonita.”

1 comentario:

  1. Hola fea! Son muy bonitas tus entradas... Bueno, en realidad no me las he leído porque son muy lagas y me daba perezote, pero bueno...
    Tienen buena pinta (:

    ResponderEliminar