miércoles, 27 de abril de 2011

Trigésimoctavo día.

Por fin, volvió mi inspiración. Empezaba a preocuparme.

"Y, en un golpe del destino, encontré sus ojos a través de la multitud, persiguiendo los míos hasta alcanzarlos en una mirada devastadora, catastrófica, atormentada, implacable, infinitamente profunda, que lo arrasó todo y me sumergió en un torrente verde y azul. Y una curiosidad mórbida prendió su llama dentro de mí. Tenía que saber quién era. Tenía que hablarle.
Pero cuando la emoción se calmó y me dirigí hacia donde estaba él, se había ido. Entonces lo supe. Supe que volveríamos a vernos, que no descansaría hasta volver a ahogarme en esa mirada infinita, en ese océano inmenso. En aquel momento, algo me dijo que, cuando lo encontrara, estaríamos juntos siempre."

2 comentarios:

  1. Cómo se te ocurren estas cosas, marta? Mola ;)

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  2. 0hhhh percioso!!! :D
    Por qué últimamente estamos todas sin inspiración? Malditas musas y sus periodos vacacionales! jajajja

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